dedicado a Beto
Hace unos días, mi buen amigo Beto compartió en Facebook un video publicitario de Coca-cola, de esos que buscan inspirar el buen trato entre las personas, alentando al espectador a cultivar buenas prácticas de vida en la forma como nos relacionamos con nuestros semejantes de la especie humana,..en fin un mensaje estético neo romántico, que trata sobre aspiraciones utópicas de mucha ética y mucha actitud hippie.
El video sugiere, a través de un sencillo experimento, cómo juzgamos de forma prejuiciada a las personas que no conocemos a partir de un simple primer diagnóstico visual. En el mismo, varios participantes son interrogados sobre su impresión al ver la imagen fotográfica de unos desconocidos, ataviados como una especie de guerrero MadMax, otro como un yihadista, y una última como dulce ancianita. Era de esperarse las respuestas: qué puedes decir de alguien que luce un aspecto aterrorizante o de alguien que te recuerda a tu abuelita en una mecedora tejiendo y tomando té? Para sorpresa de los interrogados, los personajes que se encontraban tras un telón de fondo, aparecen un minuto después en carne y hueso delante de ellos. La sorpresa es mayor cuando revelan sus verdaderas identidades: no es tan feroz el que así parecía y no es tan pasiva la abuelita. Acto seguido, los extraños dejan de serlo por un momento frente a frente, sonríen y beben felices una burbujeante Coca-cola! Los prejuicios se esfuman como las burbujas del refresco.
Listo! el mensaje llegó. Cero prejuicios, Be Happy, eso si, tampoco los tengas con el refresco, (MUY IMPORTANTE) que no te ha hecho nada sino alegrarte un poco la vida. Disfrútalo y dí AAAAHHH al final...La complicada moraleja: En las piruetas entre globalización y posmodernidad, las sensibilidades se confunden fácilmente mientras saboreas una gaseosa.
Varios minutos después, al "videarlo" repetidamente algo empezó a incomodarme. Inesperadamente, empecé a razonar con efervescencia, pero como suele sucederme después de horas de insomnio consecuencia de altas dosis de cafeína y giros infinitos en la mente de las mortificaciones de mi ruinosa vida, mis ganas de opinar se volcaron en una respuesta de lógica marranera. Y le respondí a Beto de esta manera:
Simpático video y parece suficientemente claro el mensaje. Sin embargo, yo digo lo siguiente:
La gente que haga con su vida lo que quiera, de ellos puedo decir lo que me de la gana, total? no los conozco ni me importa. Claro, si me pagan puedo decir que alguien disfrazado como Ziggy Stardust no es un lunático fan de David Bowie sino un travesti de peluquería, cuando en realidad el tipo es...un lunático fan de David Bowie, y abrir la boca en una expresión de sorpresa OHHH! cuando me entere quien es realmente y no lo que yo creía. Luego, sentados frente a frente alrededor de en una mesita, le diría: "chico, yo creía que eras un pargo loco, disculpa esa" y reiríamos a mandíbula batiente (sin importarme lo que él o ella opinara de mí en lo absoluto), acompañados con una deliciosa y cancerígena Coca-cola, mirándonos ahora sin prejuicios. Al terminar el set de filmación, diría: "les gusto? bueno denme mis centavos que estoy apurao" y me iría refunfuñando: "eso se llama actuación, la mía! no la del lunático ese travesti de peluquería (pargo loco ese)"
El asunto es que todos construimos un imaginario del OTRO totalmente desconocido. Casi siempre "MONSTRIFICAMOS" (prejuiciamos) a ese OTRO para sacar cierta ventaja en la redefinición de nuestras identidades. Y sucede en la construcción de una afirmación a partir de una negación, ej: "YO (soy lo que soy porque) no soy como el bicho feo/ignorante/troglodita/simplón/etc ese". Inconscientemente reforzamos nuestro ego de esa manera. Todos lo hacemos, es casi un mecanismo cultural de supervivencia, evitar convertirme en ese OTRO mientras pueda seguir siendo YO. La tolerancia puede venir después, cuando interactuan (YO y el OTRO), pudiendo haber un intercambio de información en términos de códigos culturales (compartidos o no, que importa, cada quien los toma como mejor le parece) sobre ambas identidades. Se pueden reformular, replantear, pero nuevamente NEGAR ("que bueno que te conocí, no quiero ser como tú, quiero ser YO,...es decir, mi nuevo YO RELOADED!!").
Sobre la Coca-Cola,...son tan buenos como la Phillips Morris o la British Tobacco Company. Sus campañas publicitarias son brutalmente buenas para mejorar sus ventas.
PD: Beto disculpa la atorrancia, hoy tomé demasiado café.
(1:30 a.m. - fin del mensaje)
Aqui esta el link del video (te recomiendo leerlo nuevamente, después ver el video. Quizas con un buen cafe)
https://www.youtube.com/watch?v=uNe_HV1T35k
¡Excelente Antro! Me gustó mucho, y tienes toda la razón. Pienso que no solo “prejuiciamos” para confortación de nuestro yo, sino también de forma defensiva. Estamos programados genéticamente para “temer” a lo que no es igual a nosotros. De forma que cuando veo a un tipo parecido a un malandro, el cerebro prefiere entrar en estado “mosca”, por un simple reflejo de autoprotección. El ejemplo más contundente que vivimos a diario son los motorizados. Para nuestro “Yo”, todos, TODOS los motorizados son una amenaza peligrosísima. Cuando tengo al lado de mi carro a un motorizado, en el 95% de los casos no me imagino que es un Biólogo del IVIC con postdoctorado en Genética Celular que le lee cada noche un hermoso cuento a su hija, y que los sábados acude a un ancianato a dedicarle dos horas a los viejitos desvalidos. Lo que pienso es “este tuki en cualquier momento me saca la pistola y me asalta”. ¿Qué es mejor? No lo sé, pero entiendo y justifico a mi cerebro.
ResponderEliminarEso sí, reconozco que hay algo de delicia espiritual revelatoria en conocer a un tipo tatuado con una cicatriz en la cara, y enterarte que es el bailarín principal del Ballet Ruso, ganador del premio Benois.
Un abrazo amigo. Sigue escribiendo.