miércoles, 8 de julio de 2020

Conversaciones zancudas

SERIE: CUENTOS DE CUARENTENA Y ALGO MAS.

Ayer hable con un zancudo.

Es una de esas habilidades que he perfeccionado en estos días, comunicarme con no-humanos, algo que ya se me había revelado anteriormente pero que no había explorado suficiente, ya que solo me limitaba a breves contactos con objetos inanimados, ya sabes, cuando sientes esa presencia incomoda a tus espaldas, volteas preguntando "quien anda ahí?", y sobresaltado te das cuenta que solo esta una lampara o el televisor y luego de unos segundos de espera algo parece responder "Epa soy yo". De inmediato desaparece esa sensación por lo que tu mirada sin freno choca con la pared que esta al fondo trayéndote bruscamente de vuelta.

Fue en la noche a altas horas de la madrugada, en esas horas que no pertenecen a nada. De pronto un zumbido perturbador acabo con mi tranquilidad, teniendo que pasar rápidamente del sue#o al despertar, suprimiendo los estados intermedios por el desespero que me produjo. Un zancudo cual kamikaze japones se lanzo en barrena como queriendo atravesar el caracol de mi oído interno ZZZZZzzzZZZzZzzzZZZZZZZZZ!!! Como una catapulta activada mi mano contrataco y se estremecio contra mi cabeza en una soberana cachetada sin lograr frustar el sorpresivo ataque. Ya era la tercera vez que sucedía, mi cara me ardía todavía por el efecto de las cachetadas y entre en cólera. Como si de pronto fuera Roosevelt en su famoso Discurso de la Infamia, yo también le declare la guerra al transgresor de mi descanso: "No iré a dormir un co#o pero tu no vivirás mas. Te voy a matar maldito bicho!". Activo mis radares y sensores de movimiento: empieza la búsqueda. No se por que siempre vemos hacia el techo, como si de verdad sobrevolaran los bombarderos japoneses sobre nuestra isla-cama de Pearl-Harbor. Cuando el cuello no aguanta mas es que empezamos a buscar sobre espacios mas horizontales a nuestra mirada, pero en una postura nada elegante, como zombie al acecho (leve inclinación hacia adelante, ojos desorbitados, boca ligeramente abierta, brazos extendidos hacia abajo y manos notablemente separadas, arrastrando los pies en pijamas y pantuflas). Lo veo colgado en el marco de la puerta pero al verse descubierto rápidamente emprende vuelo y en una maniobra evasiva como si dibujara varias "U" seguidas en el aire logra escapar. Mis manos intentan aplastarlo pero estando tan descalibrado a esa hora no llegan a chocar sino que siguen de largo y me doy un fuerte manotazo en cada hombro "osumadre que imbecil!!". Me sentí enfurecido por mi torpeza y aumento mi deseo por aniquilarlo. Imposible pensar en otra cosa en ese momento, mi cerebro estaba bloqueado, solo tenia un único propósito. Finalmente lo encuentro en uno de los rincones del cuarto, pudo haber encontrado un mejor escondite pero aquí estaba a mi merced, con amplias posibilidades de lograr mi objetivo, incluso si erraba al primer intento podía acorralarlo y cazarlo al vuelo fácilmente. Tome posición, revise mi tablero de controles para ver en que estado se encontraban mis calibradores motrices, respire con suavidad como hace un francotirador antes de efectuar el disparo, y lo mire...Sentí que también me miro y en ese momento hicimos nuestra primera coneccion telequinetica:

Yo - "vas a morir, lo sabias?", dije.
Zancudo -"lo se desde siempre", me respondió.
Yo - "SI pero en este instante!" replique.
Z - "pssss que loco estas mano" - su peque#a cabeza parecía articulada porque pareció mirarme de forma despreciativa de pies a cabeza.
Y - "aaah y de paso te burlas, TOMA!!!"
Lanze mi ataque, PPPAAAAA!!!!, sobrevivió milagrosamente porque quedo justo en el espacio abovedado de los dedos que no hicieron contacto con la pared, pero se sintió atontado por las ondas del brutal impacto afectando su vuelo ZZZZzZZ.....ZZZzzzzZ...zz....ZZZZ..
Aterrizo de emergencia sobre las sabanas, se notaba nervioso, respiraba agitadamente y sus contracciones cardíacas debían estar al limite, ya que su abultado abdomen lleno de mi sangre se hinchaba  como si fuera a estallar.
Z - "Dale pues, acaba de una vez", respondió como si le faltara el aliento pero sin ánimos de lucha.
No soy de los que ponen a prueba sus sádicos deseos de tortura, como suelen hacer algunos con algun zancudo rehen, desmembrarlo, o lanzarlo en el remolino de la poceta o colocarlo en la mano para emular el zumbido y creer que con eso lo sometemos al martirio.
Y - "Quien eres? De donde vienes?", le interrogue cual detective.
Z - "Por favor, no seas estúpido, que te pasa? te volviste loco? matame!!! Si me recupero te juro que no dormirás mas nunca!", dijo en un tono de enfado.

Le puse mi dedo encima para presionarlo: "Responde!".
Z - "Ok, Ok. No soy de aquí, soy ruso pero me crié en Italia, en la Toscana, allá vivía con otros amigos hasta que fumigaron y tuvimos que huir. Flote sin sentido y de pronto me vi entre una nube de polvo sahariano que atravesaba el Atlántico. Me aferre lo mas que pude a otras cosas flotantes pero perdí el conocimiento varias veces, pensé que moriría en el medio de aquel vasto océano. Volví a despertar sobre un árbol, sobre las ramas que casi entran a tu apartamento. Una ma#ana en que abriste las ventanas aproveche y me cole con la primera brisa de aire. Me oculte por varios días debajo de la mesa. Me sentía muy débil, solo so#aba con volver a mi Rusia natal. Colgaba de mis patas pero sabia que no duraría mucho tiempo antes de ser descubierto por una ara#a o muerto de sed y hambre. Hace dos noches logre llegar a tu cuarto y pude recomponerme. Debo decirte que tu cuerpo esta intoxicado, ademas hubo ocasiones que estuve succionando varios segundos antes de sustraerte sangre, jajaja creo que tampoco vas a vivir mucho".

Vuelvo a presionarlo, esta vez mas fuerte y por mas tiempo. Antes de eso, lo notaba algo recuperado por su respuestas chocantes y soberbias. Ponía a prueba sus alas y quizás pronto estaría listo para emprender vuelo y buscar refugio si no lo hubiera presionado. No iba a permitir que tuviera oportunidad de vengarse como había prometido. Quise saber mas y continué mi interrogatorio:
Y - "Que sabes tu de la epidemia? Tienes algo que ver?"
Z - "Que todos ustedes morirán como las vacas jajajaja" "no no no esta bien, esta bien, por favor quitame el dedo que no puedo respirar. Dire lo que se, No se nada!!!. Yo no se que es eso. Lo escuche a unos mosquitos que estaban cerca de unos cambures de tu cocina y que tu estabas como un loco por eso. Eres un imbécil, te crees que....AAAAAAHHHHHHG..."
"CALLATE, TOMAAAAAAAA!!!!" le zampe aquel manotazo que lo desintegre en un segundo, manchando sin remedio la sabana con el contenido rojo de su abdomen.
Y - "Que se habrá creído este zancudo? no se que fue peor, si calarme su molesto zumbido o aquel ser arrogante y miserable. Tal vez si hubiera sido mas simpático, mas amable o que se yo, amigable, quizás le hubiera perdonado la vida. Le hubiera invitado un trago, se veía un sujeto interesante, que cuentos tan fabulosos habrá tenido para contar. Un zancudo ruso-italiano, valgame Dios".

Ya mas tranquilo, sentado al borde de mi cama con algo de sue#o, miro hacia la pantalla del televisor que tengo enfrente. En una esquina veo una peque#a inscripción, muy minúscula, hecha sobre el polvo. Fui al escritorio, saque una lupa y volví a fijarme en la peque#a escritura:
Z - "Marico el que lo lea!"
Y - "Maldito zancudo, jode hasta después de muerto!".

A modo de corolario.

Esa noche estuve viendo "Nostalgia" de Andrei Tarkosky, su primera película fuera de Rusia, filmada en Italia, en Toscana. No fui el único que la vio.

FIN