martes, 28 de junio de 2011

Perfil del divagante: viajero de esta vida durante 41 años

Los 40, el cuarto piso o como lo quieran llamar, es para muchos la mejor década de la vida, algo que trataré de explicarles por qué lo pienso así. Si has llegado hasta aquí bastante entero (quise decir, si no te estas cayendo a pedazos, o al menos gran parte de ti se mantiene en buenas condiciones), es muy posible que opines igual que yo. Tal vez nunca dejemos de ver con mayor nostalgia los tiempos que transcurrían entre la adolescencia y la juventud, pero de igual forma reconocemos nuestra inmadurez para haberle sacado el máximo provecho, en aquellas ocasiones donde la magia no fue suficiente y solo bastaba un poco de sensatez en el asunto. Pues bien, si eso es solo parte del pasado y solo te quedan los cuentos animados por la fantasía, que evocan los momentos dorados de tu vida en lo mejor de tu juventud (como en las películas The Endless Summer, es sol brilla, siempre hay buen tiempo, buenas olas, amigos, la felicidad esta por todos lados, en fin...), es posible que la sensación de vivir nuevas emociones como aquellas estén muy pronto a ser realidad. Y por qué justamente a los cuarenta y no antes o después?. El asunto es el siguiente: a los 20 (al menos en la sociedad que conozco) te enfrentas realmente a tus primeros grandes retos, decisivos para lo que será tu vida a futuro. Tus padres, profesores o cualquier clase de tutor que tengas, simplemente te ayuda a ponerte frente a verdaderas situaciones, advirtiéndote sobre las consecuencias que pudieras tener si eliges bien o mal, pero tu tendrás la ultima palabra. Una vez que arrancas sin mas demora, tus proyectos estarán demarcados por esas enseñanzas acumuladas en el aprendizaje previo. En la mayoría de los casos, todos tendrán que ver con tu formal y buena inserción en la sociedad, a eso se refiere cuando te machacaron hasta el cansancio los modelos de vida ejemplar. No hay nada de malo con eso y siempre tendrás oportunidad para proyectos de otra naturaleza. Lamentablemente, siempre serán los últimos en tu lista de prioridades porque debes aprovechar tu máximo potencial en el logro al mejor plazo posible de aquellos considerados primordiales. Tal vez los de mayor consideración habrán sido, estudiar (prepararte para realizar un oficio que de aportes en sociedad) y conseguir una buena pareja que garantice una nueva familia (continuidad del modelo de sociedad). En ambos casos, el tiempo invertido puede haberte llevado unos cuantos años, pero de seguro habrás podido alcanzar su final y continuar lo siguiente, como lo es crear tu familia y consolidarte profesionalmente, al cual deberás emplear otro tiempo importante. Utilizo estos dos casos, no por ser los únicos ni los mas importantes para todo el mundo, sino por ser los mas notables y comunes y por lo general, donde mas tiempo habremos invertido nuestros mejores recursos. Y lo que llama la atención, todo esto ocurre en un lapso de aproximadamente 20 años!, es decir, nuestros grandes proyectos de vida (cuando no se trata de curas, actores, cantantes, abogados y unos cuantos mas) se realizan en el largo plazo de 2 décadas en su gran mayoría. Al cabo de ese tiempo, o lo has logrado, o sencillamente no te quedan fuerzas para continuar y optas por abandonarlo: divorcios, deserción a la carrera, depresión por el trabajo, etc, versiones tan comunes en algunos como las de éxito alcanzados por otros. Al final, triunfadores y perdedores, exitosos y fracasados, se encuentran 20 años después ante la misma pregunta: y ahora, que hago?. Si tuviste la suerte, como dije al principio de conservarte en buen estado, gozarás de nuevas facultades que antes no tenías a plenitud: desde ingresos propios que te lo provees gracias a tu reputación adquirida durante todo ese tiempo, nuevas personas que te pueden querer tanto como a su vida, en el mejor de los casos algunos bienes materiales que consideramos importantes y, tu gran personalidad única e irrepetible así como tu también única e irrepetible manera de pensar, sólida e independiente, que te permite disfrutar tanto de tu mejor temperamento apoyado por un mayor y mas elevado nivel de inteligencia y conciencia. Podrás pensar entonces, en aquellos proyectos abandonados o nuevos que requieren alguna gran inversión a largo plazo y poder disfrutarlos con tanta plenitud como los que viviste dos décadas atrás. Posiblemente sea el momento para aquella gran inquietud cuando te decías: "si tuviera tiempo lo haría!". No creo que a los 60, dos décadas mas tarde, tengamos mejores condiciones que a los 20, tal vez sea lo mejor para ese entonces, terminar de llevar la vida que tenemos lo mas agradable posible pero sin mayores cambios. No comparto mucho esos dichos tales como "nunca es tarde para..", "querer es poder", "solo hay que proponérselo" y cosas por el estilo, pero si puedo reafirmar otra:"la vida puede empezar a los 40".
Pensando en mi experiencia personal, puedo decir que ya he empezado a diseñar algo que he considerado mi segunda gran oportunidad de vida, ya que cuento con mejores orientaciones (sólidas e independientes) que me van a permitir concretar algunos proyectos que siempre resonaban en mi cabeza de forma cada vez mas lejana. Tal vez mantenga algunas cosas, tal vez de categoría vital, como lo es mi familia, donde siempre he conseguido el mejor consuelo ante los castigos que produce la soledad desgarrando al alma; y los amigos de siempre, como extensión de la familia. Tal vez abandone otras ya bastante agotadas por la falsa moral y el hastío. Pero lo que vaya a hacer (o lo que ya este haciendo), pienso hacerlo con el único fin básico de agradarle a mi espíritu, sin titubeos y sin mezquindades, ser lo mas generoso posible, tratando de encontrar siempre la conexión con la sensaciones producidas por el placer de estar vivo y de sentir toda su energía (aunque suene medio panfletario, pero bueno es así). Se que muchas de ellas permanecen aun intactas y cada vez mas lejanas en su realización por distintos motivos en mantenerlas ocultas. Pero una vez que decida hacerlas no me detendré, y lo haré con la misma determinación con que he afrontado todo lo anterior.
Pensando en lo vivido, no me queda más que sentirme complacido. Es mucho lo que puedo contar, pero de nada valdría si no siento que pueda animar a otros a encontrar un verdadero propósito fundamental como lo es SONREIRLE A LA VIDA, algo sobre lo que podrás divagar infinitamente. Aquí les dejo algunas de mis sugerencias para un buen viaje en esta vida a los 41:

Escuchar Pequeña Serenata Nocturna de Mozart
Escuchar la Cabalgata de las Valkirias y Tristan e Isolda de Wagner
Ir a Paris
Subir a la cúspide de una montaña
Enamorarse apasionadamente
Sembrar un árbol
Subirse a un árbol
Escribir algo
Leer un buen libro
Ir a la universidad
Llorar hasta más no poder
Reír hasta más no poder
Desprenderte de algo valioso
Participar en una competencia
Viajar al fin del mundo y detenerse a contemplar el medio de la nada
Cagar en el monte, preferiblemente frente a un gran paisaje
Irse de rumba por todo Madrid o Barcelona
Emborracharse con un buen vino
Drogarse
Bañarse bajo la lluvia
Dejarte convencer por el anarquismo
Dejarse el cabello largo
Cortarse el cabello al rape
Darse un banquete de reyes
Pasear en bote
Sentarte en una carretera
Manejar una bicicleta
Caminar por la orilla de una playa
Bañarse en un río
Ver el atardecer
Ver el amanecer
Acostarte en el suelo a contar estrellas
Viajar en autobús
Dormirse en el cine
Perdonar a quien nos ha ofendido
Perder el rumbo
Hacer nuevos amigos
Mudarse

Si te parece una estupida lista a mi parece entonces que se quedó corta y que tienes cosas que sugerir para agregarle.

Lo que quise transmitir con toda esta gran digavancia, saturada hasta el extremo (pudistes haberte saltado todo hasta esta linea):

No pierdas tu tiempo y aprovecha todo lo que puedas hacer en esta vida
No mantengas ataduras de ninguna clase
No descartes nada por insignificante que te parezca
No descanses hasta conseguirlo
No dejes que se te pase el momento

Instantes (fragmento)
Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios


Jorge Luis Borges

PD: Para los que piensan en los 50, aqui les dejo esto
 http://saramago.blogspot.com/2005/01/partir-de-los-cincuenta-se-aprende.html
 

jueves, 23 de junio de 2011

El hombre-mono en zapatillas


Domingo Ramirez, es un compañero y amigo del trabajo, a quien considero una persona de una racionalidad bastante centrada y segura en sus principios, preocupado por el buen desempeño no solo en lo laboral sino en otros aspectos de su vida, como en lo familiar y en especial en lo que respecta a la práctica deportiva, como objetivo para alcanzar una mejor salud y condición fisica....

Un dia de estos en mi infinita condena de mi trabajo, Domingo me envió un correo que planteaba una curiosa propuesta, sabiendo que compartimos puntos de vista similares, al menos en cuanto a lo que se refiere a la práctica deportiva, seguramente esperando alguna opinión de mi parte, para lo cual siempre me mantengo dispuesto a hacerlo con gran placer. El articulo adjunto en el correo se titulaba “Desde que corro descalzo no he vuelto a lesionarme”, entrevista realizada por el periodico español ABC (21/06/2011) al periodista norteamericano Christopher Mcdougall sobre su escrito “Nacido para correr”. La introducción dice lo siguiente:

Buscando un modo de correr sin que le doliera nada, el periodista Christopher McDougall (Filadelfia, 1962) se topó con la increíble tribu de los tarahumaras, habitantes de las escarpadas y recónditas Barracas del Cobre, en México: corren cientos de kilómetros sin descanso ni dolor; no conocen el cáncer, ni la diabetes, ni las peleas. Encontró también estudios de la universidades de Harvard y Newcastle (Australia), entre otras, que le decían que lo que debía hacer era correr descalzo. Y también aprendió que el homo erectus triunfó en la guerra evolutiva precisamente por su capacidad para correr largas distancias, lo que le permitía acabar con las presas por el refinado método de perseguirlas pacientemente hasta agotarlas. «Y todo lo demás se deriva de esa capacidad», dice.

El entrevistador interroga al periodista sobre varias afirmaciones que hace en su artículo, como los beneficios de correr, desde cuándo lo hacemos y cuándo fue que lo abandonamos, como nos afecta el no hacerlo con regularidad y de qué forma practicarlo. McDougall responde con elocuencia pero sin el rigor científico al que estamos acostumbrados, que el trotar aporta mas beneficios en la medida que lo hagamos de la manera mas placentera posible y no como una rutina agotadora (con lo que estoy totalmente de acuerdo). Sin embargo, el autor asegura que además de la falta de practica, el uso de las zapatillas para correr que hoy compramos (por ejemplo Nike, ejemplo que el mismo utiliza de esta manera), lejos de ayudar son las causantes en algún grado de muchos de los males que hoy conocemos, conclusión que cree confirmar haciendo una comparación entre los estilos de vida urbanos y la fantástica visión que tiene de la etnia tarahumara de México. Esta ingenua comparación etnológica entre actores situados en contextos muy diferentes, es un capitulo hoy superado muchas veces en  la discusión antropológica como disciplina académica, desde cuando se intentaban establecer paralelismos forzados entre las culturas no occidentales y los grupos humanos mas primitivos y extintos, lo que permitió justificar racionalmente cualquier mecanismo de dominación, o sencillamente vernos como una degradación de un tiempo remoto, perfecto y casi mítico al cual debemos retornar (recomiendo la lectura completa del articulo en http://www.abc.es/20110621/deportes/abci-corredor-mcdougall-201106210429.html).

Pues nada, de inmediato le envié mi respuesta:

Puede que tenga razón el pana [McDougall]. Ví un programa (seguro era este mismo carajo) sobre los tarahumaras y al parecer los tipos son unos fenómenos corriendo largas distancias (casi 50 km) y para ellos es algo casi natural. Pero un día viendo otro programa en Discovery channel que se llamaba “el gran vencedor” donde competían varios carajos que venían de la ciudad y los sometían a pruebas fuera de lo común en sitios como estos alrededor del mundo [referido al lugar en México], todos usaban unas zapatillas hechas de suela de caucho super rudimentarias, incluso los tarahumaras (no los vi NUNCA descalzos). No solo era correr sino que iban pateando una pelota por todo el trayecto. Los tipos de la ciudad quedaron hecho mierda y los indios esos estaban como si no hubieran hecho nada. Además los competidores locales eran muy jóvenes, delgados y pequeños y los de la ciudad mucho mas grandes y pesados, era obvio las ventajas competitivas. No era nada relajante [como dice el reportero que debe ser], la verdad es que se veía como toda una tortura, nada agradable desde ningún punto de vista. También pasan un programa en Discovery [será que se le agotaron los temas a los directivos del canal o son monos los que hacen todo?] de dos excursionistas expertos (desafío x 2 creo que así se llama el programa), donde uno de los dos anda todo el tiempo descalzo, supongo que se cree la reencarnación de algún indio sioux o algo parecido (y eso que es un catire irlandés, que frito!). Aunque se la pasan en sitios bastante hostiles e incómodos, no se ve nada natural, porque no lo ves corriendo sino tanteando todo el tiempo cada vez que camina, como cuando lo haces sobre un poco de piedritas y cadillos. El otro carajo, vestido como un navy seal, siempre anda todo mortificado esperando lo peor, que el otro loco llegue con una espina en la pata o se vuele una uña con una piedra JA JA JA, que cagada!.
Lo que quiero decir es, que no se por donde venga esto, ni que intención o propósito tenga ese carajo (el McDougall ese) o los que opinen igual que él y toda la información que generan. Yo no creo que podamos tranquilamente como el carajo sugiere, empezar a trotar desde mañana mismo, descalzos por todos lados donde vayamos, ni siquiera a darle vueltas a la cuadra donde viviste toda la vida. Si no te clavas algo, seguro te vuelves mierda una uña o pisas un rolo de mojón de perro, o todo a la vez, y mas nunca volverás a intentarlo siquiera, y dirás “nnnnnñoesumadrEEEEEE!, quien me manda?!....”.

Si el asunto es la situación paradójica de la evolución del homo erectus, me pregunto:
Qué hubiera pasado si esos pre-carajos hubieran tenido calzados Nike, cuando iban de cacería?.
Donde estaríamos hoy (digo, en que estadio evolutivo) si estos pre-carajos tuvieran calzados como los de hoy?
Situación que me coloca al otro extremo del planteamiento y para lo cual existe una misma respuesta: dejar al homo erectus en su lugar y al homo sapiens moderno en el suyo [incluyendo a los tarahumaras y a nosotros en la ciudad], con todo su ajuar, con toda clase de porquerías y objetos personales que le son (o eran) propios.
Si el tipo ese [McDougall] quiere convertirse en un h. erectus, adelante que le eche bolas!.  También puede decir que cagar al aire libre es depinga (preferiblemente en los alrededores de su casa mientras saluda al vecino) y limpiarse con la mano en vez del papel toilettes con aloe vera es mejor porque le salen espinillas en el  culo!
Déjalo tranquilo, que pise un mojón de perro!

Pa´que sea serio.

Me sorprendí gratamente con la respuesta que me envío Domingo:

Hermano te agradezco sinceramente tu relato, de verdad que lo he disfrutado pues le das una lectura muy particular al asunto.  Me reí bastante…Saludos.


Moraleja: no creas todo lo que te digan y menos si es de un tipo que le gusta correr descalzo


Darwin despierta:
Acabo de ver un hombre mono corriendo en zapatillas!

lunes, 13 de junio de 2011

Las nuevas paradojas: divagando sobre las redes sociales


En la actualidad, la lamadas redes sociales se han convertido en las plataformas comunicacionales mas exitosas impulsadas por todo un mundo de posibilidades tecnológicas accesibles a buena parte del mundo, poniendo cada vez mas en evidencia que la globalización es mas que un hecho y ha pasado a convertirse en un estilo de vida. Creo que nadie puede poner en duda las ventajas de haber alcanzado  tales niveles hoy en día, pero tampoco podemos ignorar las transformaciones a las que nos esta llevando como sociedad. El problema es que a la velocidad en que los aceptamos vorazmente,  no nos detenemos a evaluar las nuevas distorsiones y futuras perversiones que pudieran aparecer y que tal vez no podremos evitar.

Para empezar, no veo mayores inconvenientes en poder comunicarse de esta manera aprovechando las bondades tecnológicas, haciendo cualquier barrera algo de poca importancia. En realidad todo esto me parece fascinante y cada vez que puedo explorar algo nuevo no me limito en su uso y disfrute. Sin embargo, he procurado no dejarlo en el mero disfrute y lo he puesto en confrontación con mis ideas y pensamientos a ver que resulta. Al poco tiempo (o quizás no tan rápido) llego a conclusiones similares y todas parecen apuntar hacia un lugar común: la sobrevaloración de la realidad y la imposibilidad de este modo de hacerla aprehensible, comprensible.

Esto tiene que ver con la transformación en la percepción de las nociones tiempo  y espacio como variables incuestionables de la realidad misma de cada individuo, situándonos en lugares y momentos que tal vez no son merecidos, haciendo que la realidad se convierta en algo opcional y secundario: la alucinación por el éxito y bienestar continuo con que sentirse superior y maravillosamente bien en una sociedad que estimula la competencia, la negación del otro para poder figurar, sobresalir. En resumen, un dulce caramelo envenenado.

En cuanto a nuestra tradicional idea del tiempo percibido en un sentido lineal, en donde el pasado como momento original y perfecto ha sufrido una degradación y el futuro será la visión utópica que debemos alcanzar para restaurar el equilibro perdido, el presente es definitivamente el punto clave. En este sentido, el presente es pues el momento decisivo y son sus actores quienes promueven el desenlace hacia la sociedad futura. Sobre esta percepcion de continuo histórico (reconocimiento del pasado, preocupacion por el presente e interes en el futuro) se produce una ruptura con el sentido de realidad: la responsabilidad con el ahora se vuelve infinita, el presente se eterniza y el futuro se vuelve inalcanzable, similar a aquel que fija la mirada en el fuego intentando crear en la mente una forma de la llama y nunca lo consigue. En el nuevo mundo de la información, el único remedio posible es volverse grandes consumidores de todo, sirva o no para cualquier propósito (es lo que menos importa), mientras mas consumimos menos será la frustración al situarnos en lo mas superficial de la realidad a la que no dejamos de percibir como la gran arena movediza del atraso y del olvido.

Nuestro ser embriagado por el empalago no tiene capacidad de resistirse a tan deliciosa golosina. Pero para que esto haya sucedido, una vez que hemos sido seducidos por los beneficios de aquel espejismo, necesitamos deslastrarnos sin más demora de todo aquello que consideramos inservible (de inmediato casi todo entra en esa gran y única categoría) sin el menor compromiso, y no precisamente de los cachivaches de la casa. La lista puede ser muy larga dependiendo de la angustia de cada quien, el asunto es que todos terminan pareciéndose: homogeneizado y pasteurizado después de haber desechado prácticamente todo y quedarse con muy poco, como sugiere la tendencia de la moda Light. Ahora estas vacío y libre de consumir violentamente toda información posible, para lo cual obviamente necesitas los medios para ‘tragar’, y una vez que empiezas ya es difícil dejar de hacerlo…No necesitas mas que un aparato emisor/receptor, y en ocasiones no mas de 140 caracteres. Mas caracteres, mas tiempo escribiendo y lo necesitas para seguir conectado…la serpiente que se muerde la cola!

Desde esta perspectiva, me propongo sugerir algunas interrogantes y unas posibles respuestas:
Quién puede soñar en un futuro mejor y atreverse a proyectar un mundo diferente?
Te has convertido en un autómata que solo piensa en matar su ansiedad, para quien el futuro ya llegó y no hay que seguirlo buscando porque la tecnología ya te lo provee.
Quién puede ser mas humano y mas pacifico?
Nada mas lejos de ser mas humano, en realidad no te interesa verte cara a cara con nadie y enfrentarte a sensaciones que te pueden resultar desagradables, como vergüenza, miedo, y hasta sonrojarte y sentir conrrientazos por alguien que te atrae.
Para qué verte frente a frente con alguien si le puedes decir sin que nada te pase, lo que te venga en gana sin sufrir ni un solo rasguño, pudiendo convertirte en alguien nada pacifico sino en el mas violento y brutal agresor de la humanidad?

Al final de todo, quien puede ser mas libre y menos esclavo?