jueves, 23 de junio de 2011

El hombre-mono en zapatillas


Domingo Ramirez, es un compañero y amigo del trabajo, a quien considero una persona de una racionalidad bastante centrada y segura en sus principios, preocupado por el buen desempeño no solo en lo laboral sino en otros aspectos de su vida, como en lo familiar y en especial en lo que respecta a la práctica deportiva, como objetivo para alcanzar una mejor salud y condición fisica....

Un dia de estos en mi infinita condena de mi trabajo, Domingo me envió un correo que planteaba una curiosa propuesta, sabiendo que compartimos puntos de vista similares, al menos en cuanto a lo que se refiere a la práctica deportiva, seguramente esperando alguna opinión de mi parte, para lo cual siempre me mantengo dispuesto a hacerlo con gran placer. El articulo adjunto en el correo se titulaba “Desde que corro descalzo no he vuelto a lesionarme”, entrevista realizada por el periodico español ABC (21/06/2011) al periodista norteamericano Christopher Mcdougall sobre su escrito “Nacido para correr”. La introducción dice lo siguiente:

Buscando un modo de correr sin que le doliera nada, el periodista Christopher McDougall (Filadelfia, 1962) se topó con la increíble tribu de los tarahumaras, habitantes de las escarpadas y recónditas Barracas del Cobre, en México: corren cientos de kilómetros sin descanso ni dolor; no conocen el cáncer, ni la diabetes, ni las peleas. Encontró también estudios de la universidades de Harvard y Newcastle (Australia), entre otras, que le decían que lo que debía hacer era correr descalzo. Y también aprendió que el homo erectus triunfó en la guerra evolutiva precisamente por su capacidad para correr largas distancias, lo que le permitía acabar con las presas por el refinado método de perseguirlas pacientemente hasta agotarlas. «Y todo lo demás se deriva de esa capacidad», dice.

El entrevistador interroga al periodista sobre varias afirmaciones que hace en su artículo, como los beneficios de correr, desde cuándo lo hacemos y cuándo fue que lo abandonamos, como nos afecta el no hacerlo con regularidad y de qué forma practicarlo. McDougall responde con elocuencia pero sin el rigor científico al que estamos acostumbrados, que el trotar aporta mas beneficios en la medida que lo hagamos de la manera mas placentera posible y no como una rutina agotadora (con lo que estoy totalmente de acuerdo). Sin embargo, el autor asegura que además de la falta de practica, el uso de las zapatillas para correr que hoy compramos (por ejemplo Nike, ejemplo que el mismo utiliza de esta manera), lejos de ayudar son las causantes en algún grado de muchos de los males que hoy conocemos, conclusión que cree confirmar haciendo una comparación entre los estilos de vida urbanos y la fantástica visión que tiene de la etnia tarahumara de México. Esta ingenua comparación etnológica entre actores situados en contextos muy diferentes, es un capitulo hoy superado muchas veces en  la discusión antropológica como disciplina académica, desde cuando se intentaban establecer paralelismos forzados entre las culturas no occidentales y los grupos humanos mas primitivos y extintos, lo que permitió justificar racionalmente cualquier mecanismo de dominación, o sencillamente vernos como una degradación de un tiempo remoto, perfecto y casi mítico al cual debemos retornar (recomiendo la lectura completa del articulo en http://www.abc.es/20110621/deportes/abci-corredor-mcdougall-201106210429.html).

Pues nada, de inmediato le envié mi respuesta:

Puede que tenga razón el pana [McDougall]. Ví un programa (seguro era este mismo carajo) sobre los tarahumaras y al parecer los tipos son unos fenómenos corriendo largas distancias (casi 50 km) y para ellos es algo casi natural. Pero un día viendo otro programa en Discovery channel que se llamaba “el gran vencedor” donde competían varios carajos que venían de la ciudad y los sometían a pruebas fuera de lo común en sitios como estos alrededor del mundo [referido al lugar en México], todos usaban unas zapatillas hechas de suela de caucho super rudimentarias, incluso los tarahumaras (no los vi NUNCA descalzos). No solo era correr sino que iban pateando una pelota por todo el trayecto. Los tipos de la ciudad quedaron hecho mierda y los indios esos estaban como si no hubieran hecho nada. Además los competidores locales eran muy jóvenes, delgados y pequeños y los de la ciudad mucho mas grandes y pesados, era obvio las ventajas competitivas. No era nada relajante [como dice el reportero que debe ser], la verdad es que se veía como toda una tortura, nada agradable desde ningún punto de vista. También pasan un programa en Discovery [será que se le agotaron los temas a los directivos del canal o son monos los que hacen todo?] de dos excursionistas expertos (desafío x 2 creo que así se llama el programa), donde uno de los dos anda todo el tiempo descalzo, supongo que se cree la reencarnación de algún indio sioux o algo parecido (y eso que es un catire irlandés, que frito!). Aunque se la pasan en sitios bastante hostiles e incómodos, no se ve nada natural, porque no lo ves corriendo sino tanteando todo el tiempo cada vez que camina, como cuando lo haces sobre un poco de piedritas y cadillos. El otro carajo, vestido como un navy seal, siempre anda todo mortificado esperando lo peor, que el otro loco llegue con una espina en la pata o se vuele una uña con una piedra JA JA JA, que cagada!.
Lo que quiero decir es, que no se por donde venga esto, ni que intención o propósito tenga ese carajo (el McDougall ese) o los que opinen igual que él y toda la información que generan. Yo no creo que podamos tranquilamente como el carajo sugiere, empezar a trotar desde mañana mismo, descalzos por todos lados donde vayamos, ni siquiera a darle vueltas a la cuadra donde viviste toda la vida. Si no te clavas algo, seguro te vuelves mierda una uña o pisas un rolo de mojón de perro, o todo a la vez, y mas nunca volverás a intentarlo siquiera, y dirás “nnnnnñoesumadrEEEEEE!, quien me manda?!....”.

Si el asunto es la situación paradójica de la evolución del homo erectus, me pregunto:
Qué hubiera pasado si esos pre-carajos hubieran tenido calzados Nike, cuando iban de cacería?.
Donde estaríamos hoy (digo, en que estadio evolutivo) si estos pre-carajos tuvieran calzados como los de hoy?
Situación que me coloca al otro extremo del planteamiento y para lo cual existe una misma respuesta: dejar al homo erectus en su lugar y al homo sapiens moderno en el suyo [incluyendo a los tarahumaras y a nosotros en la ciudad], con todo su ajuar, con toda clase de porquerías y objetos personales que le son (o eran) propios.
Si el tipo ese [McDougall] quiere convertirse en un h. erectus, adelante que le eche bolas!.  También puede decir que cagar al aire libre es depinga (preferiblemente en los alrededores de su casa mientras saluda al vecino) y limpiarse con la mano en vez del papel toilettes con aloe vera es mejor porque le salen espinillas en el  culo!
Déjalo tranquilo, que pise un mojón de perro!

Pa´que sea serio.

Me sorprendí gratamente con la respuesta que me envío Domingo:

Hermano te agradezco sinceramente tu relato, de verdad que lo he disfrutado pues le das una lectura muy particular al asunto.  Me reí bastante…Saludos.


Moraleja: no creas todo lo que te digan y menos si es de un tipo que le gusta correr descalzo


Darwin despierta:
Acabo de ver un hombre mono corriendo en zapatillas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario